Algunas personas piensan que cuando sus encías sangran, simplemente significa que se están cepillando demasiado fuerte.
Casi todas las personas que no mantienen una buena higiene bucal diaria desarrollarán gingivitis. Si no se trata, esta infección bacteriana de las encías puede progresar de gingivitis ("encía" - encía; "itis" - inflamación) a periodontitis, lo que resulta en la pérdida ósea alrededor de los dientes.
A medida que se pierde el tejido óseo, los tejidos de las encías se desprenden de los dientes y forman pequeños bolsillos que proporcionan un lugar aún mejor para que las bacterias vivan, donde su cepillo y el hilo dental no pueden alcanzar. A medida que la enfermedad periodontal avanza y conduce a una mayor pérdida ósea, puede producirse la pérdida de dientes.
Parte de esto tiene que ver con la genética, ya que la enfermedad periodontal tiende a darse en familias. La buena noticia es que la enfermedad periodontal se puede controlar, incluso en etapas más avanzadas.
La mejor manera de prevenir la enfermedad periodontal es cepillarse los dientes y usar hilo dental de manera efectiva todos los días. Los controles dentales regulares y las limpiezas profesionales cada 3 o 4 o 6 meses también son una parte importante para mantener la salud periodontal; Los instrumentos y técnicas utilizados en estas limpiezas pueden llegar a áreas que su cepillo de dientes y el hilo dental no pueden alcanzar.
También es posible detectar formas tempranas de enfermedad de las encías evaluando los tejidos gingivales (encías), tanto visualmente como examinando sus niveles de fijación a los dientes. Y la salud de su hueso de soporte dental puede evaluarse tomando radiografías dentales (imágenes de rayos X).